domingo, 16 de noviembre de 2008

FORTALECIMIENTO COGNITIVO II


Los hallazgos de la Neurociencia iluminan el camino de la Pedagogía destacando, entre otras, las relaciones que pueden establecerse entre el proceso de enseñanza y de aprendizaje con el desarrollo y funcionamiento del cerebro. En el día de hoy sabemos, por ejemplo, lo importante que es favorecer la conectividad neuronal en la perspectiva de la construcción de aprendizajes.


En este contexto, la experiencia de quien aprende es de fundamental importancia, dado que, sobre esa base, se establecen las conexiones neuronales y se crean redes de gran complejidad y riqueza. Resulta entonces que, el rol de la educación en la configuración de ambientes estimulantes, orientadas a la autonomía del pensar, hacer y sentir del aprehendiente, es insustituible. Esta situación representa un desafío para el educador como responsable del proceso de enseñanza y de aprendizaje y justifica su mediación traducida, en términos generales, en implementar creativamente el contexto en que se desenvuelve el estudiante de manera que este pueda ejercer su iniciativa, actuar en forma independiente y auto valorar su desempeño.

Gracias a la plasticidad cerebral y a los efectos de la experiencia, el ser humano puede acceder a los logros más importantes de su desarrollo: la construcción de la mente y la construcción de la realidad. Ambos, relacionados - por supuesto, con el acceso a ambientes enriquecidos. Los neurocientistas afirman que mientras más conexiones pueda establecer el cerebro humano (para lo cual es imprescindible la experiencia) mayor comprensión podrá tener cuando le corresponda procesar nuevos contenidos de aprendizaje. Cabe recordar que la comprensión posibilita aprendizajes más permanentes y profundos que los referidos sólo al recuerdo de contenidos, los cuales requieren de mucha práctica para no ser de corta duración además de no facilitar el aprender a aprender.

Por otra parte, desde otras fuentes de información, sabemos que el rol de las emociones es fundamental en la configuración del aprendizaje. Investigadores en el área de las Ciencias Sociales sostienen esta vinculación entre cognición y emoción, factores que - en esta reiterada relación se potencian y moldean mutuamente. A todo lo anterior, entonces, se debe agregar la posibilidad de aprender significativamente.

A diferencia de la pedagogía experimental, la investigación teórica expone y comprende la evolución de los métodos en su transcurrir histórico haciendo énfasis en su fundamentación epistemológica, propósitos, objetivos, evaluación, estructura, interrelaciones y secuencia de pasos, procesos y eventos implementados en la práctica pedagógica. La investigación teórica también puede desarrollarse recuperando la práctica pedagógica en diversas etapas, épocas y momentos de la educación; así mismo puede desarrollarse desde el punto de vista epistemológico. La investigación tecnológica está orientada hacia la aplicación de los avances y resultados de la ciencia; se refiere al diseño, construcción y validación de prototipo de tecnología educativa y de objetos didácticos. Se centra concretamente en el campo de la investigación y desarrollo; es la construcción originaria y mejoramiento de objetos, materiales, procedimientos y métodos educativos mediante la utilización sistemática de los resultados previos de la investigación básica y aplicada.


A este tipo de investigación pertenece el desarrollo sofisticado de software educativo, laboratorios simulados, tecnologías especializadas para la enseñanza de concepto complejos y últimamente el aprendizaje virtual, el ciberespacio y las redes electrónicas de información y comunicación. Tanto la investigación en pedagogía experimental como la teórica y la tecnológica cuentan con líneas de acción proyectos específicos. Quienes están en la tarea de formar educadores tienen mucho que decir, mucho que experimentar y mejorar.

La Constitución Política de 1991 redimensiona el concepto de educación en su carácter de servicio público, en sus fines, su objeto de estudio, sus procesos, su calidad y el papel de los actores. El maestro juega un papel protagónico en los complejos procesos de transmisión y renovación cultural y lo hará dependiendo de las concepciones que tenga del conocimiento, de la formación de hombre, del tipo de sociedad, del acercamiento a la realidad y del para qué de su acción. Sobre este quehacer gira uno de los ejes centrales de la reflexión educativa. A los educadores les corresponde pensarse como tales, reconocer el sentido de su acción frente a un grupo, de su relación con sus alumnos, consigo mismo, con el conocimiento, con la ciencia, con el mundo y con la cultura con miras a la reconstrucción siempre nueva de la realidad educativa.

El carácter investigativo de la práctica del maestro adquiere significado cuando ésta proporciona elementos para descubrir las causas de los problemas con los cuales trabaja en el aula, en la escuela, en la comunidad y avanza en aproximaciones sucesivas hacia una acción transformadora y científica. Se trata no sólo de que el maestro conozca esa realidad sino de enfrentar la dinámica de transformación de esa realidad y de abrirse a una experiencia distinta y renovada. El conocimiento de la realidad se busca para fundamentar la acción. Las situaciones problema que surgen del trabajo cotidiano constituyen una fuente rica en oportunidades para generar teoría. Además, la misma práctica va produciendo conocimiento si se conecta con una metodología científica y comprometida con su realidad, capaz de transformar y posibilitar una instancia de reflexión.


La escritura rigurosa, sistemática y reflexionada de la práctica es el medio por el cual se concretiza la historicidad y la generación de conocimiento. La producción de saber pedagógico se posibilita en la medida que se abran los espacios para la reflexión colectiva por parte de los sujetos. En este ejercicio, los sujetos objetivan su quehacer y toman distancia del mismo para dar paso al proceso de crítica y autocrítica, requisitos sustantivos a la construcción de todo tipo de conocimiento en la comunidad científica.

En Colombia, J. A. Echeverri, propone el dispositivo formativo comprensivo de la formación de maestros en el cual invita a "articular el análisis histórico o epistemológico y el pasado al presente. A un diálogo entre ciencia pedagogía". El modelo implica una recuperación de la historia y las condiciones como se han apropiado los conceptos pedagógicos. "Este análisis requiere de una comprensión e interpretación de conceptos, estrategias y experimentaciones que han encarnado en la historia y en la revolución técnico científica expresada en la didáctica de la informática" Los programas nacionales de Ciencia y Tecnología movilizan a los investigadores, a los gestores del desarrollo, a los estudiantes y a todos los interesados hacia el avance del conocimiento por los derroteros de la investigación. La propuesta de Zapata y Flórez, en el subtema de 'maestros e investigación educativa en Colombia' dicen: "Durante mucho tiempo, la producción intelectual de los maestros que se arriesgaron, se concentró en los manuales, las cartillas, los artículos de prensa, en fin, en todas aquellas modalidades de difusión del conocimiento que los hicieron aparecer como divulgadores o publicistas, consiguiéndoles de pasada un puesto en el mundo de la cultura. Sólo muy recientemente se vinculó a su perfil la competencia investígativa".


Es aquí donde la investigación juega un papel imprescindible y así se justifica una vez más la orientación investigativa del saber pedagógico. Si bien, la investigación no es el único camino, sí es una opción viable para producir teoría pedagógica y correr las fronteras del conocimiento cualesquiera que sean los enfoques, los paradigmas, las metodologías, las técnicas y los instrumentos privilegiados por las diferentes escuelas de pensamiento. ¡Y el maestro tiene la palabra!

No hay comentarios: